PERDRO PORRO
EL BALÓN NO ES UN JUGUETE.
BE THE PROBLEM.
Pedro Porro representa el prototipo del típico defensa lateral peligroso: por eso se le compara con un bulldog. Tiene una energía implacable, una potencia explosiva y una capacidad de estrategia increíble.
Revoluciona el campo igual que revoluciona las porterías. Es un agitador nato, con velocidad de vértigo y una mente diseñada para sembrar el caos.
Máxima presión
Dijeron que no podía ser un buen defensa y ahora está defendiendo un título europeo.
A Pedro no le gusta ir despacio. Va detrás del espacio y lo ahoga. El jugador inyecta su veneno, te deja sin aire, retrocede como si fuera algo personal y lanza un tiro cruzado que se convertirá en la pesadilla de la defensa. Su resistencia no se basa solo en la forma física: es un arma.
Cuando sube la presión, Pedro sube el nivel.
Lleva su mentalidad a cada duelo, cada sprint y cada entrada. No se hunde ni abandona cuando las cosas se ponen difíciles. Cuando todo se complica, Pedro está a la altura gracias a modelos diseñados para llegar a lo más alto.
Espíritu implacable
Pedro atribuye su disciplina a la rígida educación que recibió en Don Benito y a la pasión que le inculcó su abuelo. Todo lo que ha conseguido ha sido con esfuerzo y sin arrogancia.
"Es un espíritu de ganador. He tenido que tener mucha fuerza mental".